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domingo, 5 de abril de 2009

"Ciclo Grandes Creadores Argentinos: Homenaje a Edda Díaz, la máxima capocómica de Argentina", por Manuel Lozano‏

"Ciclo Grandes Creadores Argentinos: Homenaje a Edda Díaz, la máxima capocómica de Argentina"

Celebramos con Edda Díaz el Día Mundial del Teatro
Podés escuchar este programa


Edda Díaz, homenajeada en "El Oro de los Tigres -Comunicación de Autor" - (Foto de M. Lozano)


Edda Díaz y Manuel Lozano - (Foto de Xalvador Macari, 26-III-2009)

Edda Díaz, Reina de Verídico Reinar

Conocer a Edda Díaz, mejor dicho "reconocerla" en el sentido platónico del verbo, ha sido una de las hermosas felicidades deparadas por "El Oro de los Tigres." ¿Cómo presentar a la más grande capocómica de Argentina y de hispanoamérica? Imposible. Edda Díaz es ya Edda Díaz con toda su Tigridad y su Tigritud. Vive en una morada de pertenencia donde el humor es ese "trapecista oscilante" del que nos hablara Rainer María Rilke.

Los bordes entre la tragedia y el humor, entre lo húmedo nocturnal de cada sueño y los salvajes soles de la vigilia, entre las previsibles realidades y el simulacro incesante de las apariencias, se difuminan en los personajes de Edda Díaz. Se trizan, estallan, para rearmarse constantemente. A ella le cuadran con ese irisamiento de toda perfección las palabras de Pirandello, "el humor es como un Hermes bifronte, una de cuyas caras ríe al ver llorar a la otra."

Alguien que sabe recorrer los muelles donde el humor es un lenguaje hecho cuerpo que se palpa cada vez, que se come, que es -ante y después de todas las cosas-, una respiración, recupera (nos recupera) un Paraíso perdido. Edda Díaz ha trazado una cartografía de varias Buenos Aires concéntricas y espiralantes que siguen enorgulleciéndonos. Son "estigmas augurales". Luchan y revelan (con v corta y con b larga de belleza y bienaventuranza.)

Edda Díaz enfrenta los bordes de ciertos personajes (no sólo humorísticos) con una minuciosidad se diría fílmica. Sabe del temor y del temblor, en el sentido filosófico más hondo. Por eso puede autoparodiarse en el instante menos esperado, forma de una delicadísima inteligencia subiendo desde esa infancia que no cesa, que no debe cesar.

¿Residente privilegiada Edda Díaz? Sí. ¿Mascarera y alumbradora de lo visible? Sí. Y también una "reina de verídico reinar", como escribiera Gabriela Mistral de Victoria Ocampo.

1.Manuel Lozano
2.Villa Santa Lucía de Syracusa, marzo de 2009
3.


Manuel Lozano y Edda Díaz en "El Oro de los Tigres" - (Foto de Xalvador Macari)


Manuel, Edda, y su esposo el prestigioso escultor Xalvador Macari - (Foto de Aldo Lozano Tabillión)


Edda y Xalvador - (Foto de M. Lozano)



Edda Díaz por Edda Díaz



Más información: Curriculum vitae ampliado


Edda Díaz en "El regreso de la Pata" (2003)


Junto a ese emblema de terrible esplendor (Chesterton dixit), el tigre


Charlando sobre arte


Edda Díaz, fascinada con los ensayos de Walter Benjamín


Edda Díaz y Manuel Lozano brindando por la Tigridad en algún lugar de Buenos Aires


Edda, Xalvador Macari y Aldo Lozano Tabillión


Nuevos brindis por la Tigritud y la Tigridad


Edda y Xalvador


Edda y Manuel en Radio Cultura, de Buenos Aires

EN EL ÓVALO CLARO

(Kandinsky, 1925)

Para Edda Díaz, porque ama amar el amor al teatro



El viejo animal se revuelca en los charcos.

La lluvia trae historias de ahogados

y no hay, no habrá testigos.

¿Con qué pelaje aguardo el alba de mis noches?

Extrema y extraordinaria

y con dolor tatuada,

¿en qué lindes serás la intrusa de un carnaval de piojos?

Farfulla la huésped.

Canta con escombros

para adormecer la navaja.

¡Querida criatura que hierves en mitad del cerebro,

espesura del rayo!





Risa,

¿de qué tribus comieron tus hijos?

(Risa soplo, risa piel, vidrio de una fiebre,

guerrillera sin supliciar la savia

allí dentro, entre raíces.)





Sobreviviente del diluvio,

ella juega con la intriga

a lamer la cabeza del dios en el momento exacto,

a usurpar la isla que se va entre mis muertos

vestida con la pelambre de una chinchilla.

La risa juega hasta en la tregua,

hiere insomnios, cumple esta escritura.

Díganme ahora si el disfraz

preside las sesiones.





Manuel Lozano

París, 22-X-2008





(Este poema inauguró el ciclo "Grandes Creadores Argentinos: Homenaje a Edda Díaz", en el Día Mundial del Teatro, correspondiente al 26-III-2009)

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