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martes, 6 de mayo de 2008

Entrevista a Suma Paz.

La entrevista fue realizada por Ricardo Robins y Ariel Meza.

Ricardo- ¿Nos puede contar un poco que vino a hacer en esta ocasión a Rosario y la visita a la biblioteca?

Suma- Vine comenzar un proyecto hermoso que tienen acá sobre el año Yupanquiano, ya que el año que viene se celebran 100 años del nacimiento de don Atagualpa, él nació en 1908.
Pero más que nada he venido a cumplir mi destino, es decir, yo creo que los intérpretes de la música apostólica, de la música tradicional, o de la música que nos define como pueblo, o como les guste más llamarlo a ustedes, somos como ¿se acuerdan de los chasqui? Los soldaditos esos que en las batallas eran anónimos, nunca nadie les hizo un monumento, nadie los recuerda, cómo se llamaban, pero esos hombrecitos llevaban un mensaje pegado al pecho que tenían que entregar sí o sí en propias manos y si alterar, esa es la función del intérprete de la música como yo. Es decir, las batallas son otras, chicos, ahora en esta batalla no hay balas, entonces un chasqui podría perder la vida en el camino, iba como diciendo, matando caballos. Porque iba a todo lo que daba para llegar rápido. Pero la ausencia de balas no significa que no haya pérdidas y hablo de pérdidas de mensajes, La batalla es cultural y la guerra es otra, la guerra es la penetración y la dominación. Y cultura es lo que tienen en común, ¿entonces cuál son las que más les interesan? Conocer justamente lo que nos pertenece. Chicos ustedes deben conocer lo que les pertenece, lo que es legítimamente suyo, de ustedes (hizo una pausa para tomar un poco de gaseosa, y con una sonrisa dulce siguió contando)
Y después de que lo conozcan, elegir lo que quieran, lo que más responsable y honestamente les llame la atención a ustedes y después que lo conozcan elijan lo que quieran, para hacer, y desarrollar luego una actividad.
No es una obligación que ustedes cultiven en público. Yo les cuento, mis cuatro hijos estudiaron música, nunca les impuse que escucharan folclore. Les enseñé otras cosas, como estas que estamos hablando ahora, y ellos elegían la música propia para su edad y eso sí, de buena calidad. Entonces yo les pido esto, no se trata de un mero aprendizaje de una técnica o ciencia que eso es importante también, es comprender y conocer que u pueblo tiene contenidos esenciales el odio a perder. Y eso no tiene nada que ver con el pasado, ni con los viejos, ni con las cosas antiguas ni con museos. No, no los museos son otra cosa, esto se vive, está palpitado, se renueva con tiempo histórico, lentamente, a medida que el pueblo va transitando su camino va incorporado, los elementos que va sacando de su propia historia, no son de otros pueblos. Eso lo hace la música popular azteca, la otra, la que hacen en los festivales, por ejemplo. Y su gran mayoría es un músico popular, entonces ustedes escuchen una canción, por ejemplo un bolero, y un bolero es cubano, mexicano, es de otro lado, tiene un temperamento caribeño, y no tiene que ver con nosotros, que es muy lindo. Entonces conocer, saber esto, es así y es mío. Y después de lo que viste, te va a gustar más aquello, está bien pero sabés bien de qué se trata.

Ariel-¿Quién la llevó a tomar la decisión de hacer la música tan cultural, argentina?

Suma-Yo te diría que fue una decisión que vino de otra parte, yo me preparé para hacer toda la vida una maestra, una profesora de nivel terciario. Si yo estuviese hoy siendo profesora, me ves acá en Rosario, allá en la calle Entre Ríos.
Sin embargo, aquí me ven ¿Quién ha decidido que yo estuviera en el escenario? La verdad que no sé.
Yo cantaba desde chica y tenía mi hermano mayor que me guiaba con las obras de Don Atahualpa, mi hermano mayor era músico, pero músico de jazz, fíjense ustedes mi hermano era músico de jazz y de los buenos y conocía a Yupanqui, lo distinguía como fue y lo que es Don Atahualpa: "Acá tenés las partituras, estudiá esto". Yo en esa época estudiaba guitarra y piano. Toco los dos instrumentos, pero me quedo con la guitarra, pero después la vida me fue llevando, se me presentaban cosas: una prueba de radio, alguien que me llamó porque me escuchó cantar en esa radio y me llamó para un programa de televisión, alguien que me escuchó en la televisión y me vio la gente del sello grabador y grabé mi primer disco y así fue. Decidido por el destino, no por mí ¿curioso no?

Ariel- ¿Recuerda el nombre de la persona que la llevó a hacer su primer disco?

Suma- Sí, mirá Don Pancho… así se llamaba, era un viejito santiagueño muy propulsor de nuestra visión, un hombre que tenía en el canal 7 un programa que se llamaba "Asado criollo" y él me escuchó cantar en el programa de Marvis, donde yo había hecho una prueba que me habían puesto ahí, sin consultar al conductor del programa, por lo que nunca más fuimos amigos con Marvis.
Tenía razón pobre hombre; cómo van a decirle: "hay una chica que va a tocar acá en tu programa, te guste o no".Tenía razón hasta entonces éramos jóvenes…
Yo cantaba en reuniones estudiantiles, en mi casa, o cantaba con mis compañeros guitarreros y amigos de mi edad, pero frente a un micrófono y una cámara nunca. Pero a este señor lo invitaron para hacer un reportaje con Marvis y entonces me propuso ir al programa de el, fui y ahí sacó una grabación y se la llevó a la gente de RCA Víctor y les interesó. Y estuve diez años grabando ahí.


Ariel- ¿Piensa qué a los jóvenes le faltaría más música cultura?

Suma- Sí, pero creo que la culpa es de esto es nuestra, de mi generación. No hemos sabido darles a ustedes el tiempo y los elementos que necesitan, que nosotros sí recibimos, la generación de los chicos de los 60. Por eso esa época fue el florecimiento, la década de oro para la música nativa. Entonces no le echemos la culpa a los chicos, porque ellos toman lo que se les da. Sino le dan opción para otra cosa, ¿Qué pueden hacer? (luego nos dio un beso a cada uno, y con un jazmín en la mano se retiró lentamente, acompañada por la gente de la fundación yupanquiana)

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