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miércoles, 30 de julio de 2008

NOTAS SOBRE SALUD Y EDUCACIÓN

MAS EVIDENCIAS DEL USO DE LOS AGROQUIMICOS
Y SUS EFECTOS NOCIVOS EN LOS SERES HUMANOS Y
SUS IMPLICANCIAS FUTURAS
les paso COMPAÑEROS
el informe publicado en el diario La Capital de Rosario

ANTONIO MIGUEL CHACRA


Santa Fe: Vecinos del centro de la provincia piden áreas libres de agroquímicos

La aplicación de agroquímicos es un problema serio para las zonas urbanizadas, donde se han detectado consecuencias sanitarias graves.


La Capital de Rosario (Argentina) 19-07-08


Tal cual ocurre con muchas otras zonas urbanas de la región, el manejo y aplicación de agroquímicos se convirtió en un problema para la población de esta localidad, donde un grupo de vecinos pidió rígidos controles. Concretamente, quieren que se respete la legislación vigente y se delimite el radio urbano para establecer las zonas en las que se prohíba taxativamente la aplicación de agroquímicos.
En una movida que podría trasladarse a otros municipios (hace poco hubo un reclamo similar el Pueblo Esther) los habitantes de María Juana piden que se comience a diseñar un plan regulador del depósito, transporte y circulación de estas sustancias. También piden medidas para la paulatina relocalización de establecimientos dedicados a la manipulación de grandes volúmenes de productos tratados con agroquímicos o generadores de residuos peligrosos a gran escala ubicados dentro o muy cercanos al pueblo.
El pedido se fundamenta en las "frecuentes fumigaciones en campos aledaños a la población que generan preocupación en la ciudadanía y a partir de un reclamo por un hecho reciente en cercanías de barrio Buriasco".

Antecedentes. Los vecinos recavaron antecedentes oficiales y estudios que dan cuenta de la cuestión para ilustrar a las autoridades locales sobre el impacto en las personas y el ambiente de la aplicación de fitosanitarios. Citaron un documento emitido por la Jefatura de Gabinete de la Nación titulado "El avance de la frontera agropecuaria y sus consecuencias", que formula serias advertencias sobre los efectos de las fumigaciones masivas, no sólo respecto de productos reconocidamente peligrosos, sino especialmente del glifosato.
También apelaron a estudios realizados en varias localidades ubicadas en zonas agrarias que advierten "un fuerte incremento de casos de cáncer, malformaciones, alergias de todo tipo, enfermedades autoinmunes y raras que afectan especialmente a niños y mujeres, sometidos a los efectos de las llamadas fumigaciones aplicadas en masa en cercanías o directamente sobre los poblados".

Distintos casos. En ese sentido, citaron los casos registrados en poblados cordobesas como Pueblo Italiano, Río Ceballos, Saldán, Alto Alberdi, Jesús María, Colonia Caroya, Sacanta y varios barrios de la ciudad de Córdoba, además del emblemático caso del barrio Ituzaingó.

En Santa Fe se observaron casos similares en Rosario, y en San Cristóbal el propio intendente denunció la ola de nacimientos con malformaciones en el primer semestre de 2006. En esta ciudad del norte santafesino, tres de once recién nacidos con alguna malformación murieron. Según ese relevamiento, otros tres niños nacieron con malformaciones en pueblos vecinos y en Malabrigo se constataron 12 casos similares.
Una investigación de la Universidad Nacional del Litoral halló que el 86 por ciento de las madres en lactancia poseía restos de agrotóxicos en su leche materna. Además, se indicó, hay mayor frecuencia de cáncer de hígado y del aparato digestivo en los pueblos rurales que en las grandes ciudades, cuando hasta hace 20 años la situación se daba a la inversa. Citaron también casos en Formosa y Entre Ríos.
En el mismo informe, señalan, "aparece que los médicos de todas las zonas rurales y de pequeños pueblos de Santa Fe encuentran con mayor frecuencia enfermedades raras como leucemia, algunos tipos de cáncer e interrupción de embarazos".
También mencionaron denuncias del gobierno de Ecuador y organismos no gubernamentales de Colombia, ante efectos similares encontrados en las poblaciones rurales de ambos países afectadas por las fumigaciones masivas realizadas con glifosato por el gobierno norteamericano sobre los cultivos de coca.

Prudencia. Sin perjuicio de la necesidad de modificar la ley para adecuarla a la actual situación, los habitantes de la zona creen que "un mínimo de prudencia aconseja establecer una mayor protección en el uso masivo de estos productos, hasta tanto existan exámenes de laboratorios argentinos oficiales que certifiquen la inocuidad de las formulaciones comerciales".
Como antecedente citaron que el Concejo de Gálvez sancionó una ordenanza que adoptó medidas preventivas vinculadas con el transporte y almacenamiento de agroquímicos, prohibiendo así mismo cualquier tipo de aplicación de agroquímico dentro de un radio mínimo de 400 metros del perímetro de la ciudad entre otras regulaciones.
En la ciudad cordobesa de San Francisco rige una ordenanza similar que extiende a 500 metros el área liberada

Una ley con varias lecturas
A pesar de que Santa Fe cuenta con una ley (la 11.273 sancionada en 1995) que regula la utilización de productos fitosanitarios, esta norma tiene interpretaciones dispares. Hay quienes sostienen que prohíbe el uso de glifosato dentro del radio de 500 metros de la zona urbana y otros que interpretan que sólo debe aplicarse fuera del radio urbano por su baja toxicidad.
Sin embargo la clasificación del glifosato (no de sus formulaciones comerciales) fue puesta en cuestión por especialistas e investigadores que recogen estadísticas recientes que aconsejan ubicarlo en las categorías superiores de toxicidad como ya lo hicieron algunos países.
Los vecinos de María Juana sostienen que en la comunidad existe una difundida creencia —probablemente efecto de perseverantes e interesadas campañas publicitarias— que hablan del glifosato como un producto inofensivo y de degradación casi instantánea.
Lo cierto es que no existen estudios de laboratorio nacionales oficiales sobre el glifosato. Los únicos informes difundidos corresponden a estudios extranjeros, particularmente de Estados Unidos, sede de las principales comercializadoras de este producto y sus variantes.
Uno de los estudios a los que tuvieron acceso muestra, sin embargo, que se hallaron rastros de ese plaguicida hasta 300 días posteriores a su aplicación.
En sus formulaciones comerciales, el glifosato aparece mezclado con otros químicos (aditivos, surfactantes, coadyuvantes) que aumentan cuatro, cinco o más veces su efecto. Los informes extranjeros sólo se realizan sobre cada producto químico por separado, es decir que no existen antecedentes fiables del efecto del producto comercial con todos sus componentes combinados. De laboratorios argentinos no hay análisis.

Apoyo
Pesea que la ley 11.273 y su reglamentación tienen más de diez años de vigencia, muchas localidades todavía no delimitaron el radio urbano o línea agronómica indispensable para establecer las distancias que fija la norma legal, hecho destacado no sólo por agrupaciones ecologistas, sino también por el Colegio de Ingenieros Agrónomos.



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SE REPITE SIEMPRE¡¡¡¡¡¡¡

LOS NIÑOS DIFICILES MOLESTAN

LA ESCUELA DEBERA PREPARARSE PARA INCLUIR

" EL QUE SE CAE DE LA ESCUELA SE CAE DE LA EDUCACION .... "

PARA ALGUNO DE NUESTROS NIÑOS

LAS ESCUELAS Y LOS MAESTROS ES SU UNICA
TABLA DE SALVACION


EXCELENTE MATERIAL

DE RICARDO ROBINS DE CRITICA DIGITAL QUE TRANSCRIBO


PARA UN FUTURO MEJOR
TRABAJEMOS TODAS Y TODOS PARA QUE ELLO MEJORE
ANTONIO MIGUEL CHACRA

Santa Fe

SIN AVAL OFICIAL, ALGUNAS ESCUELAS EXCLUYEN A CHICOS CON PROBLEMAS DE CONDUCTA
Aulas "libres" de alumnos revoltosos
Maestras acuerdan con los padres que los chicos conflictivos asistan menos a clase. Algunos terminan en escuelas "especiales". El gremio reclama un plan, pero a Educación "no le consta" el problema.
23:59 |
Ricardo Robins
26.07.2008

Pa` fuera. Cuando la permanencia en el aula de un chico se hace "insostenible", algunos docentes optan por "desobligar". Amsafé cree que es el resultado de la falta de apoyo oficial.



Martín es un alumno de séptimo grado que no puede quedarse quieto mucho tiempo sin meterse en problemas ("manifestar su agresividad", dicen los especialistas). Por eso, este año empezó a ir a su escuela sólo tres días a la semana y durante dos horas: a las 10 pega la vuelta. La mamá de Juan Manuel recibe cada tanto un llamado de la directora para avisarle que su hijo volvió a pelearse con un compañero o que rompió un vidrio, y por eso lo va a mandar de regreso, con un trabajo para que lo haga al día siguiente, y "que mejor se quede en casa".

Sólo dos casos entre tantos de los que ocurren en escuelas de Rosario, con docentes que acuden a la "jornada reducida" como último recurso frente a chicos conflictivos. Esa alternativa, que no está avalada ni reconocida por el Ministerio, es una exclusión parcial de los pibes más revoltosos. Según confirmaron a Crítica de Santa Fe docentes y directivos que aplican esa modalidad, cuando la actitud de un chico resulta inmanejable y termina perjudicando a todo un curso, ellos optan por "desobligarlo" una cierta cantidad de días o acortarle su jornada en el aula "hasta donde se pueda aguantar" (tanto el chico como el docente).

Marcela Lapenna, coordinadora de la Asociación Chicos, que trabaja en la resinserción de chicos de la calle, afirmó que "muchos pibes nos cuentan que, como ellos no aguantan en las escuelas, los hacen ir sólo dos horas, o a veces día por medio". De esta manera, agregó, "se está limitando un derecho establecido por ley (26.061 de protección de los derechos de niños y niñas), pero los padres prefieren no reclamar".

La directora de una escuela de zona norte explicó: "Se trabaja con la reducción de horarios, con contenidos especiales que buscan la adaptación del niño y la colaboración de la familia. A nosotros nos da sus frutos". Una muestra de lo que se repite en barrios como Ludueña, Villa Banana, Parque Casas o Avellaneda al fondo.

Ante la ausencia de opciones oficiales, se llega a ese tipo de acuerdo con los familiares del alumno conflictivo, a veces hasta con el visto bueno del supervisor ministerial. El trasfondo de una práctica silenciosa y desconocida.

DESDE AFUERA. Las jornadas reducidas suelen ser una opción para alumnos con capacidades especiales. Pero en este caso, lo que debería ser una puerta de entrada a la escuela se convierte en una salida de emergencia, oculta pero utilizable. Una alternativa frente a los casos de violencia escolar, que seguirán presentes cuando mañana se retomen las clases, y que agrava el problema de la deserción. En Santa Fe creció la tasa de abandono y decreció la tasa de egreso. La deserción en el ciclo básico subió de 1,91 por ciento en 2004 a 2,01 en 2005, y a 2,22 en 2006 (índice que representó a más de 11.500 chicos). En el ciclo polimodal, la evolución de esos índices en los mismos años fue de 5,74 por ciento a 6,02 y a 6,87. Rosario se ubicó por encima de la media, con un registro de 7,36 puntos de abandono en 2006.

Además, los alumnos que iniciaron la primaria en 1992 y no terminaron séptimo grado en 1998 fueron el 17 por ciento del total. Ese número se multiplicó en los últimos años: de los 70 mil chicos que iniciaron el EGB en 1997, sólo el 56 por ciento egresó en 2005, según datos oficiales publicados por el Ministerio que conduce Élida Rasino.

Hay, además, un dato que llama la atención: en los últimos años, la cantidad de chicos en escuelas especiales (por discapacidad sensorial u "otras problemáticas") se mantuvo estable en poco más de cinco mil inscriptos en toda la provincia. Sin embargo, este año subió un 90 por ciento: de 5.191 alumnos en 2007 a 9.876 en 2008. En Rosario, de 1.260 chicos que había en 2007 en esos establecimientos especiales se pasó este año a 1.779, un 41 por ciento más. Desde la Asociación Chicos alertan que no pocas veces reciben pibes que venían de escuelas especiales y que no tenían una discapacidad sino que "se portaban mal". Lo mismo reconocen por lo bajo docentes consultados por este medio.

"El problema es que se quebró el pacto social entre familia y escuela. Entonces los chicos llegan al aula y ni siquiera pueden estar quietos. Si en un salón con 35 chicos, diez se empiezan a mover, al rato hasta la maestra se mueve", analizó Félix Temporetti, secretario de Ciencia y Tecnología de la Facultad de Psicología de la UNR.

Temporetti encabezó un estudio epidemiológico sobre salud infantil que estableció que el 28 por ciento de los chicos rosarinos de 3 a 13 años no tienen las condiciones mínimas para desarollarse. Sólo uno de cada tres encuentra una respuesta en sus hogares a sus problemas, más de 11 mil nunca tuvieron un juguete y, en general, carecen de una enseñanza de sociabilización, por lo que "buscan solución a las piñas".

"Excluir a los chicos de la escuela es sacarse el problema de encima, pero esto escapa al maestro. La decisión es del Estado, que debe realizar cambios profundos desde la gestión", objetó Temporetti, quien lamentó la falta de reacción de las autoridades al presentar su estudio este año.

SIN AVAL. El secretario de Educación de Santa Fe, Jorge Márquez, aseguró que esa modalidad "no está avalada por el Ministerio y la política es hacer todo lo contrario, tener una escuela inclusiva". Leandra Bonfiglio es quien coordina desde el Ministerio un nuevo programa de "alfabetización integral" que identificó serios problemas en más de cinco mil niños desde preescolar a 3º grado en 300 escuelas. La funcionaria aseguró que no le "consta" que se excluya a los chicos problemáticos del aula "pero no quiere decir que eso no exista". El nuevo plan del Ministerio trabajará con esa población mediante equipos de "innovación pedagógica" para "cambiar la modalidad de enseñanza y utilizar el arte como herramienta". Estos gabinetes especiales recién comenzarán a funcionar en septiembre.

Por su parte, la secretaria del Nivel Primario de Amsafé Rosario, Elena Rigatuso, aseguró que las jornadas reducidas "no son una estrategia adecuada frente a la marginalidad". Sin embargo, dijo: "Hay compañeros que hacen acuerdos con padres y hasta con supervisores porque no se pueden hacer cargo de una situación que los sobrepasa. Faltan médicos escolares, psicólogos, nutricionistas que acompañen.

Estamos frente a un círculo de pobreza que da pocas posibilidades al niño de ser niño, y no vemos planes oficiales para contrarrestarlo".

Garantizar la continuidad

Jorge Márquez, secretario de Educación, señaló que el Programa Antideserción que se lanzó a principio de este año para frenar el abandono escolar relevó a 5.300 alumnos que no se anotaron para iniciar el Polimodal. Se los identificó uno por uno y se trabajó para garantizar su continuidad. "Creamos nuevos bancos en las escuelas secundarias y, en otros casos, los trasladamos a establecimientos con baja matrícula para garantizar la continuidad de esos 5.300 chicos", expuso. "Gracias a ese esfuerzo –continuó Márquez– tenemos unos 4.400 reincorporados". Las estadísticas del año pasado aún no fueron relevadas, pero el Ministerio confía en mejorar los índices de deserción.

El umbral de la deserción

Patricia Fleitas es la responsable del Programa Nacional de Alfabetización "Encuentro" en Rosario, y Daniel Catania coordina el Programa Joven de la Secretaría de Promoción Social municipal. Ambos coinciden: "Tanto la deserción escolar como la violencia en la escuela está relacionada con la degradación del grupo familiar". "Entiendo los problemas de los docentes y todo lo que les toca hacer, pero alejar a un chico de un grupo es peor, es el paso previo a la deserción", advirtió Fleitas. "No creo que este tipo de iniciativas de 'desobligar' sea el mejor camino. No parecen inclusivas, sino todo lo contrario: para trabajar con el chico hay que tenerlo de cuerpo presente", señaló Catania.

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