Hoy en el día del trabajador, debemos recordar el origen de este día, nacido en el año 1886, a partir de la lucha de las organizaciones laborales y sindicales para obligar a los patrones a respetar la jornada laboral de 8 horas.
Este principio básico, obtenido como conquista gremial hace bastante tiempo, nos obliga actualmente a no claudicar en la lucha por un salario digno, pues al no disponer del mismo, es el propio trabajador forzado por sus necesidades, el que mediante horas extras o teniendo varios empleos, se ve obligado a extender su día laboral al límite de lo que le permiten sus fuerzas, para obtener un ingreso que le permita afrontar los gastos de su familia.
En particular en la docencia, muchos colegas deben dictar clases en más de un establecimiento, durante prácticamente todo el día y todos los días de la semana, para obtener el salario que debería abonárseles por una dedicación docente de 8 horas diarias.
Por este motivo, quiero saludar a todos los trabajadores en su día, y en especial a los colegas docentes que dignifican la profesión todos los días, en el aula, frente a los alumnos y en otras tareas que enaltecen los establecimientos educativos.
Horacio Valentini
Presidente de la Seccional Rosario de la Asociación Gremial de Docentes de la UTN.
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