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viernes, 1 de mayo de 2009

LA LECTURA POR FERNANDO LLANOS‏

Conocimientos previos
El lector no parte de cero cuando lee un texto. Antes de leer, el lector ya tiene determinados saberes de mundo, habilidades, esquemas, que denominaremos conocimientos previos. Estos conocimientos previos se activan cuando el lector se encuentra leyendo un cuento, una noticia, un artículo, un ensayo, etc. Si vamos a leer un artículo informativo de los terremotos, el lector activará ciertos esquemas de conocimiento sobre su experiencia personal sobre temblores e incluso terremotos; sobre determinados tipos o estructuras textuales que se ajusten al que está leyendo; sobre otra lectura que haya tenido sobre temas relacionados a los terremotos; sobre ciertas palabras como movimiento, tierra, sacudidas, energías, origen, causas, intensidad, etc. Estos conocimientos se irán activando a medida que el lector vaya leyendo. El resultado será que el lector construirá un significado nuevo que antes no conocía, es decir, comprenderá el texto. Esta información nueva formará parte, a su vez, de sus conocimientos previos para utilizarlos cuando una nueva situación lo requiera (otra lectura, otra situación, etc.).

Ahora bien, mientras el lector tenga más conocimientos previos del tema del texto, entonces más fácil y rápida será la lectura. Sin embargo, eso no quiere decir que el lector estará impedido de leer alguna lectura sobre la que no tenga conocimientos previos del tema. Si esto fuera así, no podríamos conocer o descubrir animales, países, conceptos, sueños, imágenes, ideas que antes no conocíamos. Los textos no siempre tendrían que ser familiares al lector. Cada texto también es una aventura. Es cierto que quizás va a ser más difícil su lectura, pero esto no es un imposible, porque igualmente los conocimientos previos del lector se activarán en cuanto al conocimiento de lengua (vocabulario, estructuras gramaticales); estructuras textuales; estrategias lectoras; etc. El único punto de los famosos conocimientos previos que se activará parcialmente será el referido al tema específico. Quizás la lectura sea más lenta, pero esto no debería ser un obstáculo, ya que nadie tiene por qué exigir que la lectura sea rápida, sino que se comprenda el texto.

Por otra parte, cuando un lector depende excesivamente de sus conocimientos previos sin considerar adecuadamente la información que le ofrece el texto, tiene una estrategia llamada “no acomodativa”. Así, el lector no procesará la información del texto, o no leerá detenidamente al texto pues confía exageradamente en sus conocimientos previos. Ello tendrá como resultado una comprensión lectora deficiente. Lo interesante es que son lectores que generalmente salen con puntajes altos en tests de inteligencia verbal, por lo que parece que aprenden bien por medio del lenguaje oral, pero no de los textos escritos.
Publicado por Fernando Llanos
Etiquetas: comprensión lectora, conocimientos previos, saberes previos
viernes 27 de marzo de 2009
Consejos para hacer preguntas de comprensión lectora
No tratemos de hacer varias preguntas pensando solo en que la suma del puntaje debe dar veinte. No evaluamos solo para calificar, sino para descubrir puntos fuertes y débiles en el aprendizaje del niño y adolescente y así poder mejorar los aprendizajes con un objetivo más claro.

No es conveniente hacer una pregunta que no podamos responder

Si vemos que la pregunta se puede responder sin leer el texto, entonces no es una pregunta de comprensión lectora

Cada pregunta debe referirse a una habilidad específica de lectura (literal, inferencial crítica, etc.)

No evaluemos la memoria del estudiante al pedirle "guarden su libro". Déjalo que lea el texto una y otra vez para que responda las preguntas. En la vida diaria, leemos muchos textos, y a veces los releemos para entender mejor algo.

La preguntas deben ser sencillas, claras y directas. Complejizar la pregunta (hacerla demasiado larga o usar un vocabulario complejo) invalida lo que quieres descubrir del rendimiento de tu estudiante. ¿Por qué fue difícil responder esa pregunta? ¿porque no se entendió bien la pregunta? ¿o porque no comprendió el texto? ¿qué es lo que queremos saber?

No hagas preguntas sutiles, "tramposas", para hacerle caer al estudiante. No es una competencia entre el maestro y el alumno a ver quién cae o no cae en la trampa de una pregunta.
Publicado por Fernando Llanos en 22:17 0 comentarios
Etiquetas: comprensión lectora, evaluación, habilidades lectoras, preguntas
martes 10 de febrero de 2009
¿Leemos siempre por placer?


Actualmente se habla mucho del placer de la lectura. Creemos ingenuamente que convenciendo a los chicos y chicas de que leer es un placer vamos a hacer de ellos y ellas muy buenos lectores. Sin embargo, el discurso escolarizado inventa un mundo idealizado de la lectura. Se quiere imponer la idea de que la lectura es una actividad lúdica. Creamos falsas expectativas. Es verdad que en sus inicios la lectura debería estar asociada al juego, a la narración, a la poesía. Pero la lectura es una actividad necesaria para vivir en el mundo actual. La lectura no siempre es un placer, sino una necesidad. La lectura es una habilidad para la vida que va más allá de las escuelas y del sistema educativo. ¿Es agradable leer las instrucciones para llenar declaraciones juradas? ¿Es un acto sumamente placentero leer los discursos políticos de candidatos a presidente o a alcaldes? Por más que estudiemos la carrera profesional de nuestro agrado, ¿todas las lecturas de todos los cursos nos gustan? Siempre hay lecturas por las que no sentimos placer alguno. Pero tenemos que leerlas por necesidad. Entonces ¿por qué vender la idea de que la lectura es un placer? Pues simplemente porque queremos buscar adeptos a nuestra causa: formar buenos lectores. ¿No importa vender ideas sobredimensionadas a los chicos? Los bajos resultados de los estudiantes en comprensión lectora a nivel nacional se explican, en parte, porque, desde primaria a secundaria, los chicos solo estan familiarizados con los textos literarios (se piensa que son los textos "placenteros" por excelencia) sin considerar que al salir de las escuelas, la vida no está hecha de literatura, sino de diarios, editoriales, textos publicitarios, comunicados, instructivos, etc, etc. En todo caso, lo que debería resultar placentero son las estrategias que pueden desarrollar los docentes en las aulas y que estas despierten la curiosidad de los estudiantes por la lectura de muchos tipos de textos.


Publicado por Fernando Llanos en 16:42 2 comentarios
Etiquetas: comprensión lectora, lectura, placer de la lectura, textos narrativos
martes 16 de diciembre de 2008
Algunas razones más para dudar de la velocidal lectora...
Algo más...

4. La atención exagerada en la velocidad lleva a que también se sobredimensione los aspectos de entonación ("debes ser expresivo cuando leas"). Pero la real lectura comprensiva no tiene por qué interferirse con otras habilidades que más bien sobrecargan innecesariamente a los niños cuando recién están ingresando a la lectura.
5. ¿La velocidad lectora considerará las diversas variedades lingüísticas del Perú? ¿Se descartará a niños quechua hablantes o hablantes de castellano andino por no saber pronunciar el castellano estándar limeño y, por ende, por no saber expresarse correcta y rápidamente?
6. Los ejercicios de lectura veloz llevan a los docentes a que tengan que elegir textos no en función de su nivel de dificultad o de su interés sino del cronometrado dos o tres minutos en el que se pueda leer un texto según cierto estándar inventado por los especialistas (que ni siquiera entre ellos se ponen de acuerdo).

7. Los ejercicios de lectura veloz consideran la puntuación como un recurso que está relacionado a las pausas orales cuando es más bien un recurso de cohesión interna del texto escrito.

8. Los ejercicios de lectura veloz se orientan a una constante repetición de párrafos y textos para así mejorar su rapidez lectora. Se asume el aprendizaje como una actividad mecánica, repetitiva, automática, pues se considera que la decodificación es una actividad también automática.
9. Se dice que el desarrollo de la velocidad lectora permite más bien al estudiante a concentrarse en comprender el texto en vez de dedicarse a decodificar. ¿Para eso se debe mecanizar al estudiante para que luego pueda pensar?
10. La lectura lenta no siempre es sinónimo de mala lectura. Si alguien tuviera un texto de física atómica o de filosofía analítica, su lectura no sería rápida. Todo depende de la temática y complejidad, y no solo de la extensión. Es más, en algunos casos, es conveniente una baja velocidad lectora para entender lo que se está leyendo. Por lo tanto, no necesariamente a mayor velocidad, mejor comprensión.

Publicado por Fernando Llanos
Etiquetas: comprensión lectora, lectura veloz, velocidad lectora
viernes 28 de noviembre de 2008
Algunas razones para desconfiar de la fluidez (o velocidad) lectora
La Fluidez Lectora (FL) es el resultado del número de palabras leídas correctamente en voz alta durante un minuto. Se dice que la FL permitirá que, al automatizarse el proceso de la lectura, se facilitará la compren sión textual.

Es cierto que se necesita cierta rapidez para comprender un texto. Si un lector se demorara demasiado en decodificar, esto incrementaría el esfuerzo en reconocer cada sílaba o palabra con lo que se disminuiría la atención en la comprensión global del texto. Por lo tanto, lo que sugieren los defensores de la velocidad y fluidez lectora es entrenar a los chicos en la lectura veloz (y además oral) para que luego les sea más fácil entender un texto. La falacia es: Si lees un número óptimo de palabras por minuto, podrás elevar tu nivel de comprensión textual.
De esta manera, se nos quiere hacer creer que el entrenamiento mecánico y automatizado de la decodificación veloz beneficiará una mejor comprensión textual. Sin embargo esto no es cierto. A continuación algunas razones:

1. El silabeo o la lectura de “palabra por palabra” es precisamente la forma cómo se enseña en varias escuelas, lo que provoca que los alumnos de los primeros grados lean en voz alta palabra por palabra un texto. Esto es lo que dificulta una lectura integral y comprensiva del texto. El alumno está más preocupado en decodificar - además de hacerlo en voz alta- porque justamente así le enseñaron y eso se convirtió en su modelo de lectura. Con la metodología de la FL se reforzaría y sistematizaría un método tradicional que ha demostrado hace ya bastante tiempo ser un fracaso.

2. Cuando a un niño se le refuerza el aspecto de decodificación y el aspecto de lectura en voz alta, se le desconcentra precisamente de su principal tarea lectora: comprender globalmente el texto, o en sus inicios, rescatar los conocimientos previos que tiene un niño acerca de la relación entre lo escrito y la realidad. El niño solo es concebido como un “loro” que repite lo que los adultos le enseñan (y rápidamente por cierto).

3. Cuando se dice que los niños que son entrenados en FL tienen a futuro una mejor comprensión del texto, no es cierto. Se trata de forzar una relación de causa – efecto que en realidad es simplemente una correlación probablemente simultánea. Lo que sucede es que todos los lectores que tengan buena comprensión lectora, tienen a la vez una buena fluidez lectora. Esto es fácil de demostrar. Pueden aplicar uno de esos test de velocidad lectora a un niño que tenga un buen nivel de comprensión lectora y que no haya recibido un entrenamiento de velocidad y verán que va a tener buenos resultados en ese test.

¿Qué más?
Publicado por Fernando Llanos en 22:49
Etiquetas: comprensión lectora, fluidez lectora, lectura veloz, velocidad lectora

fuente: http://delecturayescritura.blogspot.com/search/label/comprensi%C3%B3n%20lectora

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola señorita Lucia, me parecio interesante su espacio
y le agradeceria realizar un intercambio de enlaces
con mi web de tematica diseño web, si se encuentra de acuerdo
espero su respuesta tucontactoweb@gmail.com, muchas
gracias por su atencion