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lunes, 10 de agosto de 2009

Reflexiones sobre el dia del niño‏

QUERIDOS AMIGOS, COMPAÑEROS:

EL TEXTO QUE SIGUE, LO ESCRIBIÓ BETTY JOUVE Y LO LEYÓ AYER EN EL PROGRAMA DE DEL FRADE, CON MOTIVO DEL DÍA DEL NIÑO.

ESTAS LÍNEAS DESTILAN LA PASIÓN Y EL DOLOR QUE ATRAVIESAN POR TODOS LOS FLANCOS A ALGUIEN QUE PONE LA CABEZA , LAS MANOS Y LAS TRIPAS EN ESTO DE SER DOCENTE.

Y COMO BETTY, POR SUERTE, NO ES LA ÚNICA QUE VIVENCIA ASÍ SU PASO POR LA ESCUELA , ESTOY SEGURA QUE MÁS DE UN@ SE VA RECONOCER EN ESA PARTICULAR Y DESCARNADA MIRADA A LA NIÑEZ QUE NOS PROPONE DESDE SUS PALABRAS.

ME COSTÓ REPONERME DESPUÉS DE LA LECTURA , PERO VALE LA PENA.

PERO CARAJO, CUÁNTA PENA...

MAIA







Niños números




Se acerca el día del niño, y creo que vale la pena intentar una reflexión acerca de este día, especial para los chicos. Donde son puestos en el centro, como objetos del mercado, bombardeados por Barbies rubias, Princesas, Dragon Ball Z y Power Rangers. Entre tanda y tanda, les formulamos nuestras promesas adultas: los niños serán los primeros, los únicos privilegiados serán los niños, la ciudad de los niños.

Va siendo hora de confesarnos que la infancia soñada, homogénea, inocente, igual así misma, la de las películas de Disney, no existe.

De eso algo sabemos por las matemáticas. Ahí están ellos, los chicos objeto de las estadísticas. Niños convertidos en números, a los que hay que contar.

En el mundo hay 218 millones de niños que trabajan. (Informe de la OIT )

Cerca de 93 millones de chicos a nivel mundial están fuera de las escuelas. (UNICEF)

En nuestro país, 6,3 millones de menores de 18 años son pobres.

3,1 millones directamente pasa hambre.

1,9 millones de menores no asisten o nunca asistieron a un establecimiento educativo [1]

Estando en la escuela, conocí a muchos de los niños números. Crucé con ellos palabras, miradas. Supe sus nombres, sus ideas, sus sueños, sus penas.

Conocí niños insistidores de catorce años, cursando el quinto grado.

Niños guapos, con gorritas tapándoles el rostro, que desafiaban al mundo, pero me traían la carpeta prolija, y pedían fibras para pintar dibujos a la espera de un: ¡muy bien te felicito!

Conocí niñas que escribían cuentos con finales felices donde todos se casaban y tenían muchos hijos. Y también niños escritores de cuentos donde había robos, asaltos, persecuciones, tiros y muertes. Narradores del otro mundo, que me invitaban a leer entre líneas en sus palabras y en sus miradas.

Conocí niños que soñaban futuros lejanos.

Niños que soñaban futuros cortitos.

Y niños que no soñaron nunca.

Conocí niñas de asistencia perfecta, envidia de Sarmiento, llegando mojadas los días de lluvia. Y también niños de un día sí, y cuatro no, que inventaban la semana de un día. Y a niñas de turno tarde porque a la mañana había que recuperar el sueño de la noche en carro.

Conocí niños alcanzados por las balas impunes en una esquina. Y también niñas de catorce, con sus pequeños hijos, que me transformaron por un rato en abuela.

Conocí niños que deambulaban por todos los salones. Y niños que me sacaron de quicio. Conocí niñas con trenzas perfectas y guardapolvo limpio, aunque en su casa faltaba el agua.

Conocí niños sufridores permanentes de dolor de muelas, buscadores de consuelo en la mano de la maestra.

Conocí niñas que se disfrazaban en los actos escolares, que recitaban poesías de memoria. Y niños que no escuchaban y silbaban cuando salía la bandera. Niños que formaban filas. Y niños que empujaban en la fila, pero que todavía estaban adentro de la escuela.

Conocí a niños que se fueron de la escuela, y pareciera que se los hubiera tragado la tierra.



Si, yo conocí niños números. Los de la estadística. Objetos de Planes asistenciales, políticas compensatorias y focalizadas, objetos de donaciones de las damas de caridad, niños que lucían en la Escuela Pública la remera del Cristo Rey que heredaron del hijo de la señora.

Niños números. Son miles, son millones. Entonces pienso que la dosis de la anestesia que nos adormece se nos está tornando demasiado letal.

¿Cuándo festejarán su día los niños números? Pienso que el día que los dejemos de contar. Porque ya no hará falta contarlos. Porque, como dice Viglietti, llegará la hora en que cada niño un poco, todos tomarán, de la misma leche y del mismo pan”.

María Beatriz Jouve
DNI 16.483561






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[1] Datos obtenidos del documento elaborado por el Instituto de Estudios y Formación de la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA).

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