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viernes, 24 de octubre de 2008
Información adicional (11) oct.
Falleció una grande, precursora
La Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, a través de la Maestría en
Literatura para niños y jóvenes, participa con profundo pesar el deceso de
MARÍA LUISA CRESTA DE LEGUIZAMÓN (MALICHA), quien fuera miembro integrante
de su Consejo Académico.
Como estudiosa permanente del campo disciplinar y valiosa defensora de sus
derechos, se transcriben las palabras de la escritora Graciela Bialet, en
merecido homenaje.
Cordialmente,
M.
Hoy, 23 de octubre de 2008, a las 18 hs. en la ciudad de Buenos
Aires, María Luisa Cresta de Leguizamón (Malicha, para todo el mundo)
decidió internarse para siempre en el bosque con Caperucita.
Se fue y nos dejó una canasta repleta de historias, enseñanzas y
anécdotas...
La asocio con Caperucita porque ella solía reírse siempre de aquella
vez, durante la dictadura, cuando la detuvieron porque estaba dando
una conferencia sobre literatura infantil (es que Malicha siempre
andaba defendiendo el reino de la literatura para chicos.) y justo
cuando nombró al clásico personaje, la increparon y ella quedó
preguntándose si sería por el color de la Capucha...
Recuerdo también que por finales de los 80, en la Feria del Libro de
Buenos Aires, vimos de lejos a Bioy Casares y a pedido mío, nos
presentó. Ella, siempre tan generosa, le dijo que yo escribía cuentos
para jóvenes y Bioy, para provocarla, le contestó que seguramente eso
era señal de que "nuestra" literatura (refiriéndose a la LIJ) estaba
creciendo. ¡Madre mía! la discusión que se armó. Dos grandes
debatiendo en un pasillo de la Feria acerca de si la literatura
infantil era literatura o cosa menor... La gente que pasaba quedaba
prendida en el debate y luego los curiosos se sumaron y aquello
terminó siendo un suceso.
Escribo estas líneas como miguitas de pan para que, cuando quiera,
pueda regresar del bosque. Para no perderla. Para que duela menos lo
inevitable. Pero sé que los pájaros comerán el pan y ese sendero solo
relucirá en el corazón de los que tanto la amamos, los que aprendimos
de ella a mirar los libros, los niños y la literatura con nuevos ojos.
Adios Malicha, te dejo ir. pero recordá los consejos de la mamá de
Caperucita. Cuidado con el lobo. Y gracias por dejarnos la cesta
llena de palabras, manjares de ideas, flores, cuentos y tu sonrisa.
y tu voz de pajarita de papel. para siempre.
Graciela Bialet
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