El debate por el secundario obligatorio

El debate por el secundario obligatorio
El gobierno de la provincia y la Nación volvieron a situarse en veredas diferentes. En esta ocasión, por la entrada en vigencia en 2009 de la ley que proclama la obligatoriedad del colegio secundario en todo el país.
Las autoridades santafesinas no cuestionan el espíritu de una iniciativa que se propone profundizar los procesos educativos; en realidad, nadie que apueste al desarrollo genuino y sostenido de la Argentina podría hacerlo. Las dificultades aparecen cuando se trata de trasladar esa ley a la realidad con los actuales recursos humanos y materiales. "No hay fondos", fue la sentencia, drástica e inapelable, que lanzó el gobernador Binner. Y reclamó que el Estado nacional arbitre los mecanismos necesarios para arribar a una solución.
De las buenas intenciones a los hechos hay gran distancia. En el gobierno provincial aseguran que para implementar la obligatoriedad en el secundario hacen falta 1.200 escuelas medias; actualmente funcionan 390 en las modalidades técnico y bachiller, y la Nación proyecta construir otros cien establecimientos.
La educación es la base para el desarrollo de un país. Allí se apoyan los pilares capaces de transformar pobreza en esperanza y gestar un futuro de progreso.
Hacen falta políticas de Estado. Invertir en educación es apostar al crecimiento. Salarios dignos para los maestros, becas, apoyo a los investigadores y miles de escuelas a lo ancho del país pueden comenzar a cambiar la realidad. Ojalá la Argentina no pierda más tiempo.

Y por último se convoca a toda la sociedad a participar de la marcha al Ministerio de Educación el martes 23 de setiembre a las 11 hs para pedir que se otorgue la escuela secundaria a todos los edificios que posean 1º y 2º año sobre todo en barrios donde no hay otra escuela secundaria, para darle igualdad de oportunidades.
mayor presupuesto educativo
becas para los estudiantes con problemas económicos.
ningún cierre de cargo ni de sección
Creación de todos los cargos necesarios para asistir a los jóvenes que tienen el derecho y ahora la obligación de terminar el secundario (ver el editorial de la Capital:
"El debate por el secundario obligatorio"