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domingo, 14 de septiembre de 2008

Poemas de Mario Benedetti

ADELANTO EXCLUSIVO: Mario Benedetti
Testigo de uno mismo
El popular escritor uruguayo presenta su último libro de poemas. Con un tono de testamento literario, el autor de Poemas de otros y Próximo prójimo realiza una serie de textos marcados por el balance de la vida, la melancolía y las ausencias.


1. En un café

A veces me metía en un café
acompañado de mi soledad
y quería pensar y no pensaba
porque en la esquina del tumulto ajeno
me convocaba algún silencio simple

uno es tan único que no consigue
ser como otros y menos no ser
nos levantamos y desmoronamos
con los recuerdos o con los despistes

mirarse adentro puede tener gracia
y también puede convertirse en duelo
nos conocemos tan precariamente
que respiramos y eso nos asombra
el corazón aporta sus latidos
y los sentimos con un ritmo ajeno

es cierto / me metía en un café
y los otros pasaban y pasaban
pero no me dejaban ni un vistazo
para que lo escondiera en mi guarida


5. Aprendizaje

Aquí y allá aprendemos cautamente
en el río / en la noche / en la fatiga
a vivir glorias o a morir de pena
en el rumbo mejor o a la deriva

no está mal ser humilde por las dudas
y dejar el fulgor para otro día
(en un comienzo el corazón callaba
sólo después supimos que latía)

aprender es un rito una costumbre
no le hace mal a nadie ni se olvida
aprende quien asciende hasta la cresta
pero también quien busca entre las ruinas

aprender es abrirse a los afanes
y ¿por qué no? también a la utopía
la enseñanza es enjambre y sus gaviotas
se posan en el alma sorprendida

sabemos que aprender tiene su riesgo
y puede convertirnos en ceniza
pero no importa / hay que aventurarse
aunque eso no les guste a los de arriba

hay que saber del tiempo / hora por hora
porque vivir no es una lotería
dame esa mano que me enseña siempre
y vayámonos juntos por la vida

10. Vaivén

La vida viene / la vida se va
y cómo se vigilan los vivos y los muertos
en medio está la circunstancia
ese cercado territorio
donde ocurren los días y las noches

el corazón tiene sus límites
late si el tiempo lo perdona
palpita con un mínimo de fe
casi como un reloj / señor del péndulo

las manos palpan / agasajan
los pies dinámicos nos llevan
sobre hierbas / asfaltos / empedrados
acercándonos a ignotas serranías
donde esperan heraldos y testigos

la vida llega y ahí nomás se aleja
como un picaflor vertiginoso
sólo queda un sarmiento
con sus uvas temporalmente verdes

otras veces la vida se demora
nos gusta mantenerla entre los puños
y hacerle las preguntas que hace abril
en cualquier mes del cándido almanaque

cuando la vida viene / qué aleluya
cuando se va no siempre lo intuimos
por las dudas tenemos un adiós disponible
para que los compinches que nos sobrevivan
nos lo dejen con geranios y nardos
entre las manos quietas

13. Soliloquio

Hoy he resuelto hablar conmigo mismo
aprovechar por fin el privilegio
de averiguar quién soy de dónde vengo
por qué me gustan las canciones tristes

cuando uno descubre sus miserias
siente el orgullo impávido sincero
de mirarse como un inconfundible
o como un tonto que no vive en paz

en el monólogo nos recorremos
desde la nuca fiel a los talones
ya no caemos en los simulacros
ni en las humillaciones vanidosas

nos vemos en la jaula de los odios
o en la vana penumbra del hastío
y gozamos con el asesinato
de hormigas cucarachas y polillas

hoy he resuelto hablar conmigo mismo
a ver si me convenzo y soy más bueno
y como premio encuentro algún amor
que me espera en un pétalo del alma

17. Estar en paz

Estar en paz no significa
dejar los odios en la cueva
y tapar los remordimientos
que todavía nos acosan

estar en paz es un delirio
que perseguimos en los sueños
y al que no siempre damos caza
antes que el sol nos despabile

a veces puede consistir
en una tarde de reposo
cuando miramos un paisaje
que intenta abandonar el marco

o también cuando desciframos
un jeroglífico del tiempo
y comprobamos que por suerte
sobrevivimos todavía

estar en paz / qué buena cosa
si fuera un riesgo permanente
y nos miráramos las palmas
limpias de culpas y perdones

la paz con paz es la aventura
más seductora de este limbo
especialmente cuando surge
como un epílogo de guerra

20. Lecturas

De cualquier repertorio de lecturas
podemos extraer algún fulano
que por un tiempo venga con nosotros
a soportarlo y a que nos soporte

lo archivaremos al pasar las lunas
allá en la biblioteca de los sueños
y pronto ocuparemos la vacante
con rostros que nos llegan de otros libros

leemos y leemos y leemos
y viajamos por ríos y vertientes
vaya a saber si todo ese vislumbre
tiene que ver con realidades ciertas
leemos y leemos por rutina
y al irnos apropiando de otros mundos
empezamos a vernos y a creernos
con otros cielos y otras esperanzas

leemos y la cándida lectura
nos hace dueños de la maravilla
y aunque no somos tan maravillosos
les damos gracias a los libros libres

21. Claves

Yo creo recordar que había unas claves
para entender el mundo a borbotones
pero las he perdido / ya no existe
otra revelación que la tristeza

y la tristeza tiene ojos cerrados
para lo que no es dolor o sangre
y así / en esa ceguera involuntaria
no podremos envejecer tranquilos

vivimos sorprendidos / casi ajenos
al ritmo que nos marca la memoria
y el corazón se inquieta en sus latidos
será que a él también lo discriminan

acontece la noche y estoy solo
cargo conmigo mismo a duras penas
al buen amor se lo llevó la muerte
y no sé para quien seguir viviendo

había claves / sé que las había
y tan inútilmente las reclamo
que la nada me invade / me hace suyo
y no hay después que valga / nada es nada

25. Otra vez los ausentes

No están y yo los busco inútilmente
ellos son los ausentes / en el caos
los tuve al lado mío / e imagino
que aún oigo sus pasos sus canciones

es perpetuo el recuerdo y sus imágenes
su amistad tan errante y tan segura
fuimos socios del mismo purgatorio
y padecimos de la misma espera

intercambiamos látigos y escudos
y encendimos la vieja llamarada
intercambiamos sangres y agonías
y despertamos juntos en la aurora

vaya a saber en qué pozo del tiempo
se escondieron sus ojos y sus manos
la nostalgia los trae al más acá
y el recuerdo hecho trizas nos alude

se fueron o los fueron /en qué guerra
con poquísima gloria y sin laureles
habrán quedado sus huesitos limpios
diciéndole a la historia otras historias

33. Más o menos patria

Nos enseñaron que la patria era
una cosa tan grande tan solemne
que jamás podríamos abarcarla
con himnos serenatas o pregones

la patria era un manojo de vehemencias
con vanidades y sus parapetos
colecciones de escudos y banderas
elaboradas para apabullarnos

sin embargo la patria puede ser
algo tan servicial tan abreviado
que nos cabe en un puño de lealtades
y salta de crepúsculo en crepúsculo

si estamos lejos / con un mar en medio
la patria es como un pino en la memoria
de vez en cuando lo regamos y
su efluvio llega como una promesa

la patria es casi un duende del amor
se introduce sin más en el abrazo
hay besos tan patriotas que nos dejan
en los labios una nostalgia nueva

vayamos pues / que cante la guitarra
y que viva la patria / la minúscula
la que nos salva de las soledades
y nos deja en el alma sus laureles

49. Por ahora me callo

El mundo / cada vez más enigmático
me mira inmóvil desde sus cautelas /
siento que el marcapasos es mi árbol
y cobija latidos como alondras

estoy solo conmigo / cavilando
y repaso las sombras y los soles
también amaneceres y crepúsculos
que me dieron amparo y soledades

me pregunto desordenadamente
qué ceniza vendrá después del fuego /
he construido más de una paciencia
pero no puedo con mi incertidumbre

tengo las manos llenas de caricias
para sembrar en una carne fértil
y he hecho un pacto con mis esperanzas
para que nunca nos abandonemos

por ahora me callo / en el sigilo
me cercan más espantos que alborozos
y ya que los futuros se aproximan
juego con las certezas y las dudas

morir sin muerte es casi una osadía
que no puede invocarse así nomás
por eso yo prefiero ser discreto
vivir sin vida es menos pretencioso

57. Ensayo

La existencia es apenas un ensayo
que nos regalan las vacilaciones
a la que nos somete el sino sano
como confrontación y como prueba

nos dejan en las manos una suerte
en la que habrá que trabajar con ganas
a fin de demostrar que ahora o nunca
merecemos la piel de la jornada

hay que probar el sabor y el aroma
para saber si no estamos perdidos
y que a este ensayo de vivir debemos
pasarlo de una buena vez en limpio

desafiamos a ese que nos mira
desde un espejo que ya no nos sirve
para enterarnos provisoriamente
si llegan gozos o si estamos tristes

62. Ojalá

Ojalá está después del horizonte
pero hay otro al alcance de la mano
cuando uno tiene ganas de ser alguien
y sueña con no estar equivocado

dice ojalá sin mirarse al espejo
para no entristecerse con motivo
sin mendigar lo que no se consigue
y tampoco dar algo por perdido

ojalá conquistemos la razón
en el escándalo de la conciencia
y ejerzamos el derecho a la vida
de ojos abiertos o sin darnos cuenta

ojalá que las muertes del camino
no se nos cicatricen en el alma
y armemos el futuro aunque sepamos
que el fin está en la puerta de la casa

ojalá que en el cándido arrabal
o en cualquier recoveco del otoño
más que confiado y menos que exigente
nos espere el amor / el generoso

79. Testigo de uno mismo

¡que entre la luz y que entre el aire,
el aire que es el más fiel testigo de la vida!
JAIME SABINES

No sólo el aire fiel / también nosotros
somos testigos de la vida entera
la vemos transcurrir deshilachada
gozosa o muriéndose de pena

pasan mezclados / hechos y desechos
y nos dejan sin fe y hablando a solas
con más de una tristeza en la mochila
y admirando la espuma de las horas

todo convoca en los alrededores
todo es símbolo de algo que se quiere
y si el alma se pone a echar de menos
sobre todo convoca a los ausentes

somos vigías del amor y el odio
si perdemos el tiempo / lo ganamos
con las meditaciones como nubes
que tratan de acercarnos lo lejano

así y todo vamos quedando limpios
de miedos y parodias de coraje
y el peligro del mal que está de luto
lo vemos a través de los cristales

risa o llanto / silencio o barahúnda
competimos con el aire más fiel
y ya que al fin el poeta se despide
somos testigos de uno mismo / amén

80. Posdata

Siempre queda algo por decir
un rencor un amor una sorpresa
un pedazo de vida insoportable
que sin embargo algo nos enseña

la vez que fuimos derrotados
cual si fuéramos ídolos de trapo
y la otra en que nos rozó un triunfo
de esos que no se tienen programados

siempre queda algo por soñar
llegar a una frontera tan remota
que queda más allá del horizonte
y por esa razón es seductora

y un intervalo casi oscuro
del que no nos libramos todavía
y que nos deja inmóviles mirando
a esa luna de tantas pesadillas

siempre queda algo por borrar
un aguacero un choque dos domingos
que a pesar de ser poco o casi nada
se resisten a hundirse en el olvido

siempre queda algo por buscar
digamos una paz sin atenuantes
y una conciencia boba que censura
pecados que son simples disparates

no queda nada que agregar
al menos encontré lo que buscaba
y si recuerdo alguna otra cosita
en todo caso agrego otra posdata

30. Prueba

Lo antiguo / lo pasado / lo caduco
ocupa en la memoria una caverna
pero afuera hay un trueno que retumba
y ya no llueven lluvias sino piedras

lo pasado pisado / reza el dicho
pero no siempre es cierto / a veces sigue
el pasado buscándonos cercándonos
y aflojando lo que parece firme

lo mejor es frenar y hacerle frente
examinando pétalo por pétalo
olvidarse de su tajada inútil
y quedarse con su poco de bueno

hay desaparecidos hay ausencias
y pena para siempre inevitable
no hay disculpas para tanta culpa
ni corazón que del dolor se salve

lo caduco por algo está caduco
no tuvo fuerzas en la sobrevida
son palabras y hechos que no sirven
aunque sean palabras conocidas

mejor ponerle a eso punto y raya
valorar un presente que es seguro
y con el ánimo dispuesto a todo
atrapar las promesas del futuro

FUENTE: http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=9656

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