ADELANTO EXCLUSIVO: Mario Benedetti
Testigo de uno mismo
El popular escritor uruguayo presenta su último libro de poemas. Con un tono de testamento literario, el autor de Poemas de otros y Próximo prójimo realiza una serie de textos marcados por el balance de la vida, la melancolía y las ausencias.
1. En un café
A veces me metía en un café
acompañado de mi soledad
y quería pensar y no pensaba
porque en la esquina del tumulto ajeno
me convocaba algún silencio simple
uno es tan único que no consigue
ser como otros y menos no ser
nos levantamos y desmoronamos
con los recuerdos o con los despistes
mirarse adentro puede tener gracia
y también puede convertirse en duelo
nos conocemos tan precariamente
que respiramos y eso nos asombra
el corazón aporta sus latidos
y los sentimos con un ritmo ajeno
es cierto / me metía en un café
y los otros pasaban y pasaban
pero no me dejaban ni un vistazo
para que lo escondiera en mi guarida
5. Aprendizaje
Aquí y allá aprendemos cautamente
en el río / en la noche / en la fatiga
a vivir glorias o a morir de pena
en el rumbo mejor o a la deriva
no está mal ser humilde por las dudas
y dejar el fulgor para otro día
(en un comienzo el corazón callaba
sólo después supimos que latía)
aprender es un rito una costumbre
no le hace mal a nadie ni se olvida
aprende quien asciende hasta la cresta
pero también quien busca entre las ruinas
aprender es abrirse a los afanes
y ¿por qué no? también a la utopía
la enseñanza es enjambre y sus gaviotas
se posan en el alma sorprendida
sabemos que aprender tiene su riesgo
y puede convertirnos en ceniza
pero no importa / hay que aventurarse
aunque eso no les guste a los de arriba
hay que saber del tiempo / hora por hora
porque vivir no es una lotería
dame esa mano que me enseña siempre
y vayámonos juntos por la vida
10. Vaivén
La vida viene / la vida se va
y cómo se vigilan los vivos y los muertos
en medio está la circunstancia
ese cercado territorio
donde ocurren los días y las noches
el corazón tiene sus límites
late si el tiempo lo perdona
palpita con un mínimo de fe
casi como un reloj / señor del péndulo
las manos palpan / agasajan
los pies dinámicos nos llevan
sobre hierbas / asfaltos / empedrados
acercándonos a ignotas serranías
donde esperan heraldos y testigos
la vida llega y ahí nomás se aleja
como un picaflor vertiginoso
sólo queda un sarmiento
con sus uvas temporalmente verdes
otras veces la vida se demora
nos gusta mantenerla entre los puños
y hacerle las preguntas que hace abril
en cualquier mes del cándido almanaque
cuando la vida viene / qué aleluya
cuando se va no siempre lo intuimos
por las dudas tenemos un adiós disponible
para que los compinches que nos sobrevivan
nos lo dejen con geranios y nardos
entre las manos quietas
13. Soliloquio
Hoy he resuelto hablar conmigo mismo
aprovechar por fin el privilegio
de averiguar quién soy de dónde vengo
por qué me gustan las canciones tristes
cuando uno descubre sus miserias
siente el orgullo impávido sincero
de mirarse como un inconfundible
o como un tonto que no vive en paz
en el monólogo nos recorremos
desde la nuca fiel a los talones
ya no caemos en los simulacros
ni en las humillaciones vanidosas
nos vemos en la jaula de los odios
o en la vana penumbra del hastío
y gozamos con el asesinato
de hormigas cucarachas y polillas
hoy he resuelto hablar conmigo mismo
a ver si me convenzo y soy más bueno
y como premio encuentro algún amor
que me espera en un pétalo del alma
17. Estar en paz
Estar en paz no significa
dejar los odios en la cueva
y tapar los remordimientos
que todavía nos acosan
estar en paz es un delirio
que perseguimos en los sueños
y al que no siempre damos caza
antes que el sol nos despabile
a veces puede consistir
en una tarde de reposo
cuando miramos un paisaje
que intenta abandonar el marco
o también cuando desciframos
un jeroglífico del tiempo
y comprobamos que por suerte
sobrevivimos todavía
estar en paz / qué buena cosa
si fuera un riesgo permanente
y nos miráramos las palmas
limpias de culpas y perdones
la paz con paz es la aventura
más seductora de este limbo
especialmente cuando surge
como un epílogo de guerra
20. Lecturas
De cualquier repertorio de lecturas
podemos extraer algún fulano
que por un tiempo venga con nosotros
a soportarlo y a que nos soporte
lo archivaremos al pasar las lunas
allá en la biblioteca de los sueños
y pronto ocuparemos la vacante
con rostros que nos llegan de otros libros
leemos y leemos y leemos
y viajamos por ríos y vertientes
vaya a saber si todo ese vislumbre
tiene que ver con realidades ciertas
leemos y leemos por rutina
y al irnos apropiando de otros mundos
empezamos a vernos y a creernos
con otros cielos y otras esperanzas
leemos y la cándida lectura
nos hace dueños de la maravilla
y aunque no somos tan maravillosos
les damos gracias a los libros libres
21. Claves
Yo creo recordar que había unas claves
para entender el mundo a borbotones
pero las he perdido / ya no existe
otra revelación que la tristeza
y la tristeza tiene ojos cerrados
para lo que no es dolor o sangre
y así / en esa ceguera involuntaria
no podremos envejecer tranquilos
vivimos sorprendidos / casi ajenos
al ritmo que nos marca la memoria
y el corazón se inquieta en sus latidos
será que a él también lo discriminan
acontece la noche y estoy solo
cargo conmigo mismo a duras penas
al buen amor se lo llevó la muerte
y no sé para quien seguir viviendo
había claves / sé que las había
y tan inútilmente las reclamo
que la nada me invade / me hace suyo
y no hay después que valga / nada es nada
25. Otra vez los ausentes
No están y yo los busco inútilmente
ellos son los ausentes / en el caos
los tuve al lado mío / e imagino
que aún oigo sus pasos sus canciones
es perpetuo el recuerdo y sus imágenes
su amistad tan errante y tan segura
fuimos socios del mismo purgatorio
y padecimos de la misma espera
intercambiamos látigos y escudos
y encendimos la vieja llamarada
intercambiamos sangres y agonías
y despertamos juntos en la aurora
vaya a saber en qué pozo del tiempo
se escondieron sus ojos y sus manos
la nostalgia los trae al más acá
y el recuerdo hecho trizas nos alude
se fueron o los fueron /en qué guerra
con poquísima gloria y sin laureles
habrán quedado sus huesitos limpios
diciéndole a la historia otras historias
33. Más o menos patria
Nos enseñaron que la patria era
una cosa tan grande tan solemne
que jamás podríamos abarcarla
con himnos serenatas o pregones
la patria era un manojo de vehemencias
con vanidades y sus parapetos
colecciones de escudos y banderas
elaboradas para apabullarnos
sin embargo la patria puede ser
algo tan servicial tan abreviado
que nos cabe en un puño de lealtades
y salta de crepúsculo en crepúsculo
si estamos lejos / con un mar en medio
la patria es como un pino en la memoria
de vez en cuando lo regamos y
su efluvio llega como una promesa
la patria es casi un duende del amor
se introduce sin más en el abrazo
hay besos tan patriotas que nos dejan
en los labios una nostalgia nueva
vayamos pues / que cante la guitarra
y que viva la patria / la minúscula
la que nos salva de las soledades
y nos deja en el alma sus laureles
49. Por ahora me callo
El mundo / cada vez más enigmático
me mira inmóvil desde sus cautelas /
siento que el marcapasos es mi árbol
y cobija latidos como alondras
estoy solo conmigo / cavilando
y repaso las sombras y los soles
también amaneceres y crepúsculos
que me dieron amparo y soledades
me pregunto desordenadamente
qué ceniza vendrá después del fuego /
he construido más de una paciencia
pero no puedo con mi incertidumbre
tengo las manos llenas de caricias
para sembrar en una carne fértil
y he hecho un pacto con mis esperanzas
para que nunca nos abandonemos
por ahora me callo / en el sigilo
me cercan más espantos que alborozos
y ya que los futuros se aproximan
juego con las certezas y las dudas
morir sin muerte es casi una osadía
que no puede invocarse así nomás
por eso yo prefiero ser discreto
vivir sin vida es menos pretencioso
57. Ensayo
La existencia es apenas un ensayo
que nos regalan las vacilaciones
a la que nos somete el sino sano
como confrontación y como prueba
nos dejan en las manos una suerte
en la que habrá que trabajar con ganas
a fin de demostrar que ahora o nunca
merecemos la piel de la jornada
hay que probar el sabor y el aroma
para saber si no estamos perdidos
y que a este ensayo de vivir debemos
pasarlo de una buena vez en limpio
desafiamos a ese que nos mira
desde un espejo que ya no nos sirve
para enterarnos provisoriamente
si llegan gozos o si estamos tristes
62. Ojalá
Ojalá está después del horizonte
pero hay otro al alcance de la mano
cuando uno tiene ganas de ser alguien
y sueña con no estar equivocado
dice ojalá sin mirarse al espejo
para no entristecerse con motivo
sin mendigar lo que no se consigue
y tampoco dar algo por perdido
ojalá conquistemos la razón
en el escándalo de la conciencia
y ejerzamos el derecho a la vida
de ojos abiertos o sin darnos cuenta
ojalá que las muertes del camino
no se nos cicatricen en el alma
y armemos el futuro aunque sepamos
que el fin está en la puerta de la casa
ojalá que en el cándido arrabal
o en cualquier recoveco del otoño
más que confiado y menos que exigente
nos espere el amor / el generoso
79. Testigo de uno mismo
¡que entre la luz y que entre el aire,
el aire que es el más fiel testigo de la vida!
JAIME SABINES
No sólo el aire fiel / también nosotros
somos testigos de la vida entera
la vemos transcurrir deshilachada
gozosa o muriéndose de pena
pasan mezclados / hechos y desechos
y nos dejan sin fe y hablando a solas
con más de una tristeza en la mochila
y admirando la espuma de las horas
todo convoca en los alrededores
todo es símbolo de algo que se quiere
y si el alma se pone a echar de menos
sobre todo convoca a los ausentes
somos vigías del amor y el odio
si perdemos el tiempo / lo ganamos
con las meditaciones como nubes
que tratan de acercarnos lo lejano
así y todo vamos quedando limpios
de miedos y parodias de coraje
y el peligro del mal que está de luto
lo vemos a través de los cristales
risa o llanto / silencio o barahúnda
competimos con el aire más fiel
y ya que al fin el poeta se despide
somos testigos de uno mismo / amén
80. Posdata
Siempre queda algo por decir
un rencor un amor una sorpresa
un pedazo de vida insoportable
que sin embargo algo nos enseña
la vez que fuimos derrotados
cual si fuéramos ídolos de trapo
y la otra en que nos rozó un triunfo
de esos que no se tienen programados
siempre queda algo por soñar
llegar a una frontera tan remota
que queda más allá del horizonte
y por esa razón es seductora
y un intervalo casi oscuro
del que no nos libramos todavía
y que nos deja inmóviles mirando
a esa luna de tantas pesadillas
siempre queda algo por borrar
un aguacero un choque dos domingos
que a pesar de ser poco o casi nada
se resisten a hundirse en el olvido
siempre queda algo por buscar
digamos una paz sin atenuantes
y una conciencia boba que censura
pecados que son simples disparates
no queda nada que agregar
al menos encontré lo que buscaba
y si recuerdo alguna otra cosita
en todo caso agrego otra posdata
30. Prueba
Lo antiguo / lo pasado / lo caduco
ocupa en la memoria una caverna
pero afuera hay un trueno que retumba
y ya no llueven lluvias sino piedras
lo pasado pisado / reza el dicho
pero no siempre es cierto / a veces sigue
el pasado buscándonos cercándonos
y aflojando lo que parece firme
lo mejor es frenar y hacerle frente
examinando pétalo por pétalo
olvidarse de su tajada inútil
y quedarse con su poco de bueno
hay desaparecidos hay ausencias
y pena para siempre inevitable
no hay disculpas para tanta culpa
ni corazón que del dolor se salve
lo caduco por algo está caduco
no tuvo fuerzas en la sobrevida
son palabras y hechos que no sirven
aunque sean palabras conocidas
mejor ponerle a eso punto y raya
valorar un presente que es seguro
y con el ánimo dispuesto a todo
atrapar las promesas del futuro
FUENTE: http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=9656
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