Las desigualdades educativas condenan a la pobreza a millones de niños
El informe advierte sobre el riesgo de que "la ayuda destinada a la educación pague las consecuencias de la actual crisis financiera".
Las desigualdades educativas limitan el futuro de millones de niños y los condenan de manera irremediable a la pobreza. Esta es una de las principales conclusiones a la que arriba el Informe 2009 del Seguimiento de Educación para Todos "Superar la desigualdad; por qué es importante la gobernabilidad", presentado hoy a nivel mundial por la Unesco y al que LaCapital.com.ar tuvo acceso de manera anticipada.
Se advierte además sobre el riesgo de que "la ayuda internacional destinada a la educación pague las consecuencias de la actual crisis financiera". En la Argentina, las chicas ingresan cada vez más al nivel secundario y se registran mejores aprendizajes en lengua y matemática en la primaria, en los chicos que pasaron por las salas de 3 a 5 años del nivel inicial.
En el 2000, el Foro Mundial de Educación reunido en Dakar (Senegal) acordó alcanzar para el 2015 seis metas claves para alcanzar la Educación Para Todos (EPT): atención y educación de la primera infancia, enseñanza primaria universal, atender las necesidades educativas de jóvenes y adultos a lo largo de toda la vida, alfabetización de adultos, paridad e igualdad entre los sexos y calidad educativa.
Dos años más tarde, una comisión de expertos independientes conformada a instancias de la Unesco tomó la tarea de realizar un seguimiento de cómo se cumplen estas metas con las que las naciones del mundo se comprometieron. Desde entonces la premisa que asegura que los esfuerzos que se realizan aún no alcanzan es la más escuchada.
Este año el informe se centró en la desigualdad y la gobernabilidad educativas, puntos en los que el informe llama la atención a los gobiernos. Así se señala que no alcanzan los esfuerzos "por la escolarización de los niños en la escuela primaria y en otros niveles de enseñanza", en tanto que es necesario "prestar más atención a la calidad de la educación y los resultados del aprendizaje".
Para los expertos, el logro de estos objetivos se ve obstaculizado "por el fracaso de los gobiernos en sus tentativas de acabar con las persistentes desigualdades basadas en los ingresos, el sexo, el lugar de domicilio, la pertenencia étnica, la discapacidad y otros factores que se presentan como desventajas".
El trabajo se presentó en esta tarde durante la Conferencia Internacional de Educación que se celebra hasta el viernes próximo en Ginebra (Suiza), en presencia del director general de Unesco, Koichiro Matsuura y el director encargado de su publicación, Kevin Watkins. De manera simultánea, se lanzó para América latina y el Caribe en Santiago de Chile, tarea que estuvo a cargo del director de la oficina regional de Unesco, Jorge Sequeira.
Datos salientes del informe
Ya es una certeza que el paso de los chicos por el nivel inicial garantiza un mejor tránsito por la escuela, sin embargo, "la malnutrición infantil representa una verdadera epidemia mundial que afecta a uno de cada tres niños menores de cinco años y merma sus capacidades de aprendizaje" (en particular en Africa Subsahariana y el Asia Meridional).
Pero además persiste la diferencia en el acceso la educación en la primera infancia entre los más pobres y los más ricos: "En 2006, las tasas brutas de escolarización en la enseñanza preescolar ascendían, por término medio, a un 79% en los países desarrollados y un 36% en los países en desarrollo".
Según el informe de este año, en 2006, había 75 millones de niños sin escolarizar, de los cuales un 55 % eran niñas (casi la mitad en el Africa Subsahariana). De persistir las tendencias actuales, "millones de niños seguirán privados de escuela en 2015, año fijado para lograr la universalización de la enseñanza primaria".
Los que corren con más desventaja para acceder a una educación primaria de calidad son los de familias pobres, de zonas rurales y barriadas urbanas miserables. El nivel secundario es todavía el que sigue siendo un límite para la mayoría de los jóvenes en el mundo: en 2006 sólo asistían a esta escolaridad el 58% de la población mundial con edad para hacerlo.
El panorama para los jóvenes y adultos no es más alentador: unas 776 millones de personas adultas -el 16% de la población adulta mundial- carecen de competencias elementales en lectura, escritura y cálculo. Los dos tercios de esas personas son mujeres. Hay 45 países con tasas de alfabetización de adultos que se sitúan por debajo de la media de los países en desarrollo, cifrada en un 79%. La mayoría pertenecen a las regiones del Africa
Subsahariana y el Asia Meridional y Occidental y difícilmente alcanzarán la meta prevista para 2015.
La superación de la disparidad de género es otro dato a considerar en estas metas. "En 2006, 59 de los 176 países sobre los que se dispone de datos habían conseguido la paridad entre los sexos en la enseñanza primaria y secundaria, lo que representa 20 países más que en 1999". Igual la pobreza y otras desventajas socioeconómicas contribuyen a un aumento sustancial de las disparidades entre los sexos. Y por si fuera poco algunas actitudes de los docentes y los prejuicios sexistas de los libros de texto, suman a consolidar estereotipos negativos respecto de las funciones de los hombres y las mujeres.
Qué pasa en la Argentina
Si bien el informe es de carácter mundial, algunos datos sirven para entender qué pasa en la Argentina. Por ejemplo llama la atención que en el secundario, obligatorio desde diciembre de 2006, aumentó la participación de las chicas en este nivel incluso en detrimento de los varones. "La participación de las muchachas en la enseñanza secundaria disminuyó en algunos países, pero en otros -Argentina, El Salvador, Georgia, la República de Moldova y Túnez, por ejemplo- las disparidades en detrimento de los varones han aumentado", indica el estudio.
A pesar de que la educación de la primera infancia todavía es una deuda para miles de chicos en la Argentina, es posible evaluar las ventajas de su implementación. Así lo señala un ejemplo de este informe 2009: "En la Argentina se ha observado que la asistencia de los niños de 3 a 5 años a centros de enseñanza preescolar influye en la
mejora de los resultados obtenidos en lengua y matemáticas en el tercer grado de primaria. Este efecto positivo fue dos veces mayor en el caso de los alumnos procedentes de medios sociales más desfavorecidos."
Y sobre los docentes, se indica a manera gráfica que tanto en la Argentina, como en Brasil, Perú y Uruguay "menos de un tercio de los alumnos de cuarto grado tienen maestros convencidos de que reciben un sueldo conveniente. La motivación de los maestros tiende a disminuir cuando deben hacerse cargo de clases numerosas en escuelas con escasez de recursos, o frecuentadas por alumnos de medios sociales desfavorecidos
FUENTE: http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2008/11/25/noticia_0075.html
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