En este espacio, aparece el suplemento realizado por los adolescentes de la Escuela n° 825, del B° Parque Casas, quienes piden estudiar en su barrio. Apoyen su reclamo. Reenvien, difundan. Gracias
Comunidad Educativa B° parque Casas
Presentación del suplemento "Intrusos en La Capital"
Se trata de un suplemento especial realizado por chicos que tienen entre 12 y 16 años que salió a la calle con la edición del d iario del sábado
Inmunes al agobio de la tarde del sábado, un grupo de jóvenes, alumnos y ex alumnos de la escuela Nº 825 “Leopoldo Herrera”, maestras, periodistas y hasta un público nutrido de curiosos que paseaban por La Feria del Libro, se reunieron para celebrar la presentación de Los Intrusos en La Capital. Se trata del primer suplemento escrito íntegramente por chicos que tienen entre 12 y 16 años, que acompañó la edición de ayer de este diario. Luego de la presentación a cargo de Laura Bartolacci, directora ejecutiva de Fundación La Capital, se proyectó un video que registra los testimonios y expectativas de los participantes, y recoge las vivencias que los chicos iban experimentando a medida que se desarrollaban las actividades previstas. Seguidamente, fueron tomando la palabra todos los involucrados, conformando así un relato coral sobre esta experiencia innovadora.
La producción de la publicación incluyó el trabajo coordinado, durante varios meses, de periodistas y reporteros gráficos de este diario, docentes, una trabajadora social, y la supervisión permanente de Fundación La Capital. Con el compromiso de todos estos actores se desarrollaron talleres semanales de periodismo, que sumados al acompañamiento y el reprocesamiento en el aula de estas temáticas, fueron los instrumentos del desarrollo exitoso de este proyecto. “Los intrusos en La Capital es una prueba más de lo que pueden hacer las voluntades y las capacidades puestas a funcionar solidariamente, en una dirección compartida por todos. Podemos decir que este proyecto ha logrado su objetivo: nos ha dado este hermoso suplemento, que presentamos hoy y que está ya en miles de hogares rosarinos, junto con el diario. Pero nos ha dado también experiencia, aprendizaje”, sostuvo emocionada Laura Bartolacci.
Esta publicación aspira a abrir un espacio donde una nueva manera de mirar se haga posible. Clave, esta, en el proceso de socialización y de construcción de identidades. Experiencias similares, compartidas, perdurarán en el tiempo y acaso dejen una marca positiva en las duras biografías de estos chicos. Nuevas formas de expresión, muy distintas a las utilizadas por el mundo adulto, se encuentran en estos textos. Nuevos lenguajes aparecen para contar problemáticas cotidianas de los jóvenes en emergencia ante una sociedad que parece no escucharlos. Hoy se hacen presentes en la agenda de los medios no como víctimas o criminales –los lugares habituales de los niños y jóvenes pobres en la prensa-, sino, activamente, demandando e instalando los temas que a ellos les preocupan. Así, en Intrusos en La Capital, el ausentismo escolar se relaciona con los problemas reales de sus vidas –la necesidad de cuidar a los hermanos menores o de contribuir al sustento de la familia, la falta de recursos para el transporte, agravada por la distancia que existe entre el barrio y la escuela secundaria, por otra parte obligatoria. Los chicos pidieron la apertura del nivel secundario en su escuela a través del Presupuesto Participativo, pero aún no encuentran respuestas.
Hay también notas que son producto de meses de investigación y reflejan un trabajo con aspiración profesional nutrido de numerosos recursos periodísticos: encuestas, entrevistas y un seguimiento exhaustivo del caso. Aunque las repuestas a todas sus inquietudes puedan no encontrarse en el corto plazo, sus voces y sus opiniones hoy encuentran espacio en un medio de comunicación. Y en este sentido fue fundamental el pacto simbólico entre las partes comprometidas: “Que la escuela sea receptiva, que apueste a este tipo de experiencias es fundamental y determinante, hay una apuesta a que los chicos vayan ganando autonomía y este proyecto fue un comprimido concentrado de eso.” Reflexionó Virginia Masau, la trabajadora social que brindó un apoyo profesional permanente, que constituyó el marco indispensable en la evolución de este proyecto.
fuente: http://www.fundacionlacapital.org.ar/contenidos/2008/11/03/noticia_0001.html
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